INGREDIENTES
Baklava:
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200 g de pistachos pelados
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150 g de nueces peladas
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50 g de dátiles
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200 g de mantequilla sin sal
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50 g de azúcar
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20 hojas de pasta filo
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1 cucharada de canela molida
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1 cucharadita de nuez moscada
Almíbar:
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100 g de azúcar
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150 g de agua
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150 g de miel
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1/2 limón
PROCESO DE COCINA:
Triturar los pistachos con la picadora de la batidora y disponer en un cuenco; reservando un poco para decorar (Es importante que no queden muy molidos)
Triturar ahora las nueces y agregar al cuenco anterior.
Solo nos resta triturar los dátiles con el azúcar y mezclar con el resto de los frutos secos junto con la canela y la nuez moscada hasta obtener una pasta. Cortar la pasta phillo del mismo tamaño que la base del molde donde vayamos a preparar nuestra receta.
Con la mantequilla derretida en el microondas, engrasar la base del molde y colocar encima una o dos capas de pasta filo. Pintar con mantequilla derretida y repetir este proceso hasta utilizar 1/3 de las hojas.
Extender la mitad de la mezcla de frutos secos, repartir y compactar bien. Disponer otra lámina de pasta encima, pintar con mantequilla y volver a repetir hasta usar otro tercio de las hojas.
Extender el resto de la mezcla de frutos secos bien compacta y terminar de colocar el resto de las capas de pasta, siempre pintando con mantequilla derretida entre una y otra.
Cuando hemos puesto todas las capas de pasta filo, cortar el pastel en porciones del tamaño deseado. Terminar de pintar con mantequilla y cocinar, en el horno precalentado a 180ºC, calor arriba y abajo, durante 30 minutos aproximadamente.
Para el almíbar, poner el agua con el azúcar al fuego. Cuando empiece a hervir y el azúcar se haya disuelto, agregar la miel. Dejar al fuego hasta que empiece a espesar ligeramente. Retirar del calor, exprimir el jugo de medio limón y dejar que pierda temperatura.
Solo nos resta sacar los babklavas del horno y, sin dejar que enfríen, regar con el almíbar que hemos preparado. Decorar con un poco de pistacho molido por encima.