INGREDIENTES:
-
2 láminas de hojaldre circulares
-
500 g de queso mascarpone
-
Azúcar glasé para decorar
Crema pastelera:
- 3 vasos de leche
- 1 vaso de café
- 4 huevos camperos L
- 120 g de maicena
- 300 g de azúcar
- 1 cucharilla de extracto de vainilla
- Ralladura de 1 limón
- 2 cucharadas de mantequilla sin sal
PROCESO DE COCINA:
Extender las dos láminas de hojaldre y cortar con el mismo tamaño del molde que vayamos a utilizar para nuestra tarta.
En el hojaldre que será la capa superior de la tarta, marcar unos cortes con ayuda de un cortapizza o cuchillo.
Humedecer los dos hojaldres con un poco de agua y espolvorear con azúcar. Introducir en el horno, precalentado a 200ºC, hasta que doren. (pudiendo sacar un hojaldre antes que el otro)
Para la crema pastelera, mezclar en un cuenco los huevos con el azúcar.
Incorporar la maicena, el extracto de vainilla y la ralladura de 1 limón.
Cuando esté todo bien mezclado y sin grumos, verter la leche y el café. Llevar al fuego, sin parar de mover, hasta que la mezcla empiece a espesar.
Apartar entonces del calor y añadir la mantequilla. Remover hasta que se integre, disponer en otro recipiente y cubrir con plástico de cocina en contacto directo con la superficie de la crema. Dejar que pierda temperatura y guardar al frío.
Cuando la crema pastelera de café haya enfriado, disponer en un cuenco con el queso mascarpone y batir con las varillas de la batidora.
Cubrir la base del molde con papel vegetal, disponer el hojaldre sin cortes y la crema encima. Presionar bien para compactar y disponer las porciones de la lámina de hojaldre que habíamos cortado; conservando el orden y forma de esta para que nos quede estéticamente más bonita.
Llevar al frigorífico durante 4-5 horas para que se asiente y enfríe.