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INGREDIENTES:

Masa caracolas:

  • 220 ml de leche

  • 100 ml de aceite de oliva virgen extra

  • 1 sobre de levadura seca (de panadero)

  • 1 huevo

  • 1 cucharada colmada de azúcar

  • 1 cucharadita de sal

  • 375 g de harina

  • 50 g de mantequilla sin sal

Relleno:

  • 100 g de mozzarella rallada

  • 50 g de nueces peladas

Salsa:

  • 300 g de fresas

  • 4 cucharadas de miel

 

PROCESO DE COCINA.

Mezclar en un cuenco la leche tibia con la levadura y la cucharada de azúcar.

Incorporar el aceite, la clara de huevo y remover bien con la varilla.

Llega el momento de agregar la harina y un pellizquito de sal.

Remover bien y terminar de amasar con las manos engrasadas hasta obtener una masa homogénea y ligeramente pegajosa.

Disponer la masa en un cuenco engrasado, tapar y dejar que fermente durante 1 hora en un lugar cálido.

Desgasificar la masa fermentada y dividir en pequeñas porciones del tamaño de una mandarina; dándole forma redondeada con las manos.

Ir colocando en la encimera y cubrir con un paño para evitar que se seque la masa.

Tomar porciones de masa y estirar con las yemas de los dedos. Untar con un poco de mantequilla y seguir extendiendo hasta formar una fina capa de masa. Disponer un poco de queso rallado y nueces muy picadas por encima y hacer un rulo. Y una vez hecho y estirado bien el rulo, enrollar como la concha de un caracol.

Disponer las caracolas en una bandeja de horno, cubierta con papel vegetal, cubrir con el paño y dejar reposar 40 minutos.

Batir la yema de huevo con una cucharada de leche y pintar las caracolas fermentadas. Llevar al horno, precalentado a 200º C, hasta que doren (unos 20 minutos aproximadamente)

Por último, para la salsa, batir las fresas limpias con las cucharadas de miel.(Sacar del horno las caracolas doradas y cubrir con un paño entre 10 y 15 minutos para que se mantengan bien tiernas)