INGREDIENTES
- 500 g de harina
- 1 bote de miel
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1 vaso de leche
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1 copita de anís dulce
- 1 limón
- 2 cucharadas de matalahúga
- 3 cucharadas de ajonjolí
- 1 tableta de chocolate
- Azúcar para rebozar
- Aceite de oliva virgen extra y sal
PROCESO DE COCINA:
Calentar casi medio vaso de virgen extra con la mondadura de 1 limón. Cuando comience a dorarse, apagar el fuego e incorporar en el aceite el ajonjolí y la matalahúga.
Por otro lado, disponer en un cuenco la harina. Hacer un volcán y verter el aceite anterior. Agregar el vaso de leche, la copita de anís y un pellizco de sal. Mezclar bien y terminar amasando con las manos hasta obtener una masa elástica y uniforme.
Hacer pequeñas bolitas y estirarlas con ayuda de un rodillo, o la palma de la mano, hasta que quede muy fina (y así se cocinen bien por el interior). Unir los extremos para dar la forma clásica de pestiño y apretar con los dedos la unión para evitar que se abra el freír.
Para el pestiño de chocolate, estirar la masa de la misma forma, disponer una onza de chocolate en el interior y cerrar envolviendo bien con la masa apretando con las yemas de los dedos para que no se abra durante la fritura.
Calentar la miel con 1/2 de vaso de agua. Y dejar hervir a fuego medio.
Comenzar entonces a freír los pestiños en aceite de oliva virgen extra y a fuego medio-alto; para que se cocinen por dentro y por fuera.
Cuando estén dorados, escurrir con la espumadera y sumergir durante unos 10 segundos en la miel que tenemos al fuego. Escurrir de nuevo y apartar en una fuente.
Mantener la miel al fuego para que espese un poco antes de echársela a los pestiños por encima.
Por último, freír los pestiños de chocolate. Apartar sobre papel de cocina y rebozar rápidamente por azúcar.