Para el potaje, picar en dados y sofreír, en una cacerola con unas cucharadas de virgen extra, la cebolla y el pimiento rojo.
Añadir los blancos de los puerros cortados en rodajas y las patatas, peladas y troceadas en porciones generosas.
Cuando las patatas se hayan rehogado un poco, incorporar una cucharada de pimentón dulce, cubrir con el agua necesaria y ajustar de sal.
Limpiar los alcauciles y agregar los corazones enteros, cortados a la mitad o en cuartos ( dependiendo del tamaño de estos y de los gustos de cada uno)
Cuando las patatas y los alcauciles estén tiernos, bajar el fuego al mínimo, y añadir el bacalao cortado en daditos. Remover con suavidad.
Para nuestras albóndigas, cortar las berenjenas a lo largo y a la mitad, disponerlas en un plato con la pulpa hacia arriba, hacer unos cortes superficiales sobre esta, salar y cubrir bien con plástico de cocina. Llevar al microondas, unos 8 minutos, a máxima potencia y dejar atemperar.
Retirar entonces la carne de las berenjenas e introducirla en la picadora. Agregar los dientes de ajo, las hojas de espinacas, 1 huevo, una pizca de comino, sal y pimienta. Picar bien, apartar en un cuenco y agregar pan rallado hasta conseguir una masa compacta; debiendo quedar tierna y jugosa.
Hacer pequeñas albóndigas con la masa y dorar en virgen extra.
(Verter las albóndigas de berenjenas sobre el potaje de bacalao y dejar cocinar 5 minutos a fuego suave)