INGREDIENTES
Crema pastelera:
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1 vaso de leche
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1 huevo
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50 g de azúcar
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15 g de maicena
Caracolas:
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175 g de leche
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350 g de harina
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30 g de azúcar
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8 g de levadura seca de panadero
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1 cucharada de mantequilla sin sal
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5 cucharadas de virgen extra
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1 huevo
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Mermelada de albaricoque
PROCESO DE COCINA:
Para la crema pastelera, disponer en una sartén o cacerola 1 huevo, 50 g de azúcar, 15 g de maicena y 1 vaso de leche. Mezclar con la varilla y llevar al fuego, con intensidad media, hasta que hierva. Apartar en una fuente, cubrir con papel de horno o plástico de cocina y dejar enfriar a temperatura ambiente.
Para la masa de las caracolas, calentar 175 g de leche y verter en un cuenco. Añadir el azúcar y la levadura seca de panadero. Mezclar bien e incorporar la mantequilla ligeramente derretida, 5 cucharadas de aceite, 1 clara de huevo y continuar mezclando hasta que todo esté bien integrado.
Es el momento de añadir la harina, poco a poco, hasta que tengamos que terminar de amasar con las manos.
Engrasar el molde y la masa con un poco de aceite, cubrir y dejar fermentar hasta que duplique su tamaño.
Desgasificar la masa y amasar brevemente con las manos ayudándonos con harina.
Extender con el rodillo hasta tener un grosor aproximado de medio cm.
Cortar en tiras de 3 cm. y enrollar cada tira sobre si misma en forma de caracol.
Abrir un pequeño espacio en el centro de las caracolas y disponer un poco de mermelada.
Pintar la superficie con la yema de huevo y, ayudándonos de una manga pastelera, iremos cubriendo con la crema pastelera “las líneas” de la caracola.
Cocinar en el horno, precalentado a 180ºC., durante 20 minutos aproximadamente.