Ingredientes:
- 1 kg de sepia limpia y cortada en daditos
- 2 cebollas
- 2 zanahorias
- 200 g de champiñones
- 3 dientes de ajo sin pelar
- 3 tomates maduros
- 1 patata mediana
- 50 g de almendras crudas
- 1/2 vaso de vino blanco
- 2 clavos y comino molido
- Aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta
Para los garbanzos cocidos:
- 150 g de garbanzos
- 1 blanco de puerro y 2 hojas de laurel
Elaboración:
Introducir los garbanzos, que hemos tenido en remojo con agua caliente en la víspera, en una cacerola con agua hirviendo, 2 hojas de laurel y 1 blanco de puerro. Dejar cocer hasta que estén tiernos.
Freír, en una cacerola con 5 cucharadas de virgen extra, 3 dientes de ajo, enteros y golpeados junto con 50 g de almendras. Apartar y reservar.
En el aceite anterior, dorar 1 Kg de sepia limpia y troceada en dados. Salpimentar y añadir 2 cebollas, 2 zanahorias cortadas en daditos y unos 200 g de champiñones troceados. Dejar sofreír a fuego medio-alto.
Incorporar 1/2 vaso de vino blanco en la cacerola y dejar hervir.
Mientras tanto, disponer en un jarra los ajos pelados y las almendras fritas junto con el blanco del puerro, con el que hemos cocido los garbanzos, 2 clavos, 1 cucharadita de comino molido, 3 tomates troceados, sal y pimienta. Triturar bien y verter sobre la sepia.
Agregar los garbanzos escurridos y dejar que se cocine todo, a fuego medio-alto, hasta que el tomate esté bien frito.
Como guarnición, haremos unas patatas cerilla.
Pelaremos la patata, la cortaremos en láminas o lonchas finas y cada loncha la cortaremos a su vez en finas tiras; obteniendo así pequeños y finos bastones que sumergiremos en un cuenco con agua fría para que pierdan parte del almidón.
Escurrir bien y freír en una sartén con 1 dedo de profundidad de virgen extra, moviendo con cierta frecuencia y apartándolas doradas sobre papel de cocina para que pierda el exceso de agua.