Ingredientes:
- 1,5 Kg. de mejillones frescos
- 150 g de gambas crudas peladas
- 1 cebolla
- 3 dientes de ajo
- 1 zanahoria
- 1 pimiento rojo
- 1 penca de apio
- 100 g de espinacas frescas
- Harina
- Huevo y pan rallado para rebozar
- 1 limón y 2 hojas de laurel
- Aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta
Elaboración:
Limpiar un kilo y medio de mejillones y quitarles las barbas. Lavarlos y disponerlos en una cacerola con 2 vasos de agua, 1 limón cortado, 2 hojas de laurel y el verde de una penca de apio. Tapar y poner a fuego alto hasta que se abran.
Por otro lado, picar y comenzar a rehogar, con aceite de oliva virgen extra, una cebolla, 3 dientes de ajo, 1 zanahoria, la penca de apio y un pimiento rojo. Dejar sofreír, unos 10 minutos, a fuego medio-alto.
Separar los mejillones de las conchas, que reservaremos para utilizar más adelante, y colar el caldo.
Por otro lado, agregar 100 g de harina a las verduras que están rehogándose en el fuego. Mezclar bien e incorporar, poco a poco, 2 vasos de caldo de abrir los mejillones.
Picar y añadir los mejillones, 150 g de gambas crudas y 100 g de espinacas frescas. Salpimentar, mezclar bien, apartar y dejar atemperar unos minutos.
Rellenar las conchas y reservarlas al frío para que cojan cuerpo.
Pasar entonces por harina, huevo batido y pan rallado. Disponerlos en una fuente de horno, rociarlos con un chorreón generoso de virgen extra y cocinarlos, durante 5 minutos, en el horno precalentado a 200ºC.
Pasado este tiempo, encender la gratinadora y dejar hasta que se doren.