Ingredientes:

Base de Galletas:

  • 250 g de galletas tipo María
  • 50 g de nueces peladas
  • 125 g de mantequilla sin sal
  • 1 cucharadita de canela molida

Natillas:

  • 3 vasos de leche
  • 4 huevos
  • 100 g de azúcar y 1 rama de canela
  • 50 g de maicena

Ganache de Chocolate:

  • 300 g de chocolate
  • 200 ml de nata para montar
  • 40 g de mantequilla sin sal

Trufas de Chocolate:

  • 200 g de chocolate
  • 100 g de mantequilla sin sal
  • 100 g de leche condensada
  • 100 g de granillo dulce de almendra

Elaboración:

Para la base de la tarta, picar 250 g de galletas junto con 1 cucharada de canela molida y 50 g de nueces peladas. Mezclar entonces con 125 g de mantequilla derretida y repartir sobre la base de un molde con papel vegetal. Apretar bien para que quede compacta y guardar en el frigorífico 30 minutos para que la mantequilla se vuelva más solida.

Para las natillas, batir 4 huevos con 100 g de azúcar. Añadir 50 g de maicena y seguir batiendo hasta que desaparezcan los grumos. Verter 3 vasos de leche, poco a poco, hasta obtener una mezcla homogénea.

Llevar al fuego y añadir una rama de canela. Dejar que se cocine, sin parar de mover y a fuego medio-alto, hasta que empiece a hervir y espesar.

Retirar la rama de canela y verter las natillas sobre el molde con la base de galletas. Volver a meter en la nevera y dejar enfriar un mínimo de 30 minutos.

Para la ganache, calentar 200 ml de nata al fuego y verter sobre 300 g de chocolate mezclado con 40 g de mantequilla. Integrar bien y cubrir la parte superior de las natillas. Volver a llevar al frío y dejar reposar un mínimo de 3 horas.

Para decorar nuestra tarta, derretir 100 g de mantequilla en un cazo y agregar 100 g de leche condensada y 200 g de chocolate troceado. Mover sin parar hasta que la mezcla se despegue de los bordes del cazo. Volcar entonces en una fuente, cubrir con film y presionar para que esté en contacto directo con la masa. Guardar al frío un mínimo de 4 horas.

Sacar entonces de la nevera y tomar pequeñas porciones con una cucharilla o un sacabolas. Terminar de dar forma redonda con las manos y rebozar en granillos de almendra.

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