La Sierra de Cazorla, en la provincia de Jaén, es un paraíso para los apicultores gracias a la ingente variedad de plantas que allí se dan.
La abeja melífera, es uno de los insectos más importantes para el medio ambiente y el ser humano. Ello se debe no sólo a su producción de miel, cera o jalea real, sino también por su papel fundamental en la polinización de la mayoría de los cultivos agrícolas.
La miel es una solución que elaboran las abejas para alimentar a sus larvas y asegurarse la subsistencia durante el invierno. Las obreras ingieren el néctar al que añaden enzimas transformándose en miel que se almacena y madura en panales dentro de las colmenas.
Se trata de un alimento biológicamente muy complejo. Es esencialmente una disolución acuosa de azúcares invertidos y sus principales azúcares son la fructosa, la sacarosa y pequeñas cantidades de sacarosa.