Artículos con la etiqueta ‘Luces y sombras (Programa de Canal Sur Televisión)’

Restauración de vídrio arqueológico (2000)

Recordamos el proceso de restauración de la rica vajilla del siglo XV del conjunto recuperado en el  yacimiento arqueológico de Calle Manuel María González 4 de  Jerez de la Frontera. Incluye piezas de vidrio. Los restauradores del Museo de Jerez toman las piezas del yacimiento.

En la extracción de la pieza in situ se consolida in situ la parte del terreno que está en contacto con la misma. El objeto de recubre con un papel de aluminio como aislamiento sobre el que se aplican unas vendas de escayola hasta formar un bloque compacto. Con la ayuda de una lámina rígida se extrae todo el bloque, que se numera y  fecha para su posterior procedimiento de conservación y restauración. En el departamento de restauración del museo se separa la arena del vidrio con ayuda de un pincel y una espátula.Los fragmentos se exploran con una lupa binocular que determina el tipo de adherencia que presentan.Una resina acrílica protege de la estratificación de las paredes. Si la pieza lo permite, se limpia con agua desmineralizada y jabón neutro para finalemente proceder a la unión provisional de los fragmentos con cintas adhesivas. En algunas ocasiones las adherencias pueden ser eliminadas con el bisturí reblandeciéndolas con un bastoncillo de algodón y alcohol. De todos los procedimientos se deja constancia fotográfica para el archivo del museo. Aquellas piezas que presentan lagunas o huecos son rellenadas con una resina del mismo tono. Este procedimiento se consigue mediante un molde realizado con una lámina de cera que se ajuste a la pieza por sus dos caras en la zona correspondiente al hueco. Una espátula caliente sella las paredes dejando entre ellas  una hendidura, que permite el relleno con la resina caliente.

Una vez fraguado el material es repasado y pulido. De esta forma el vidrio recupera su pasado esplendor. Sección Técnicas del Programa «Luces y sombras»24/11/200 Canal 2 Andalucía]

El Grabado a punta seca

 En el taller de grabado y estampación de Teresa Carrasco aprendemos la técnica de grabado sobre plancha de metal. Se comienza por la preparación de la plancha de cobre quitando los filos, se limpia con una mezcla de blanco de España y alcohol para evitar manchas de grasa o de una posible oxidación.

Se diseña un boceto que se trasladará a la plancha de cobre según la interpretación que de éste haga la propia artista. Con ayuda de herramientas punzantes, se irán marcando líneas, entrecruces y todo gama de texturas que permita la imaginación de la artista.

Ejecutada la plancha matriz, pasará a la fase de entintado donde se conseguirá incrustar la tinta hasta el punto justo de saturación.  Ya se puede estampar. Teresa Carrasco coloca la plancha en la máquina de presión llamada tórculo, es cubierta con el papel elegido y una manta acolchada. El grado de fuerza es regulado en función de los detalles a resaltar en el dibujo. Finalmente el rodillo de presión girará desplazando toda su base. Mientras tanto, la plancha matriz, deja su huella entintada en el papel.

El resultado es una estampa original.

La punta seca es un procedimiento limitado en el número de copias pues su huella se deteriora con la fuerza del rodillo, de ahí su valor en el mundo de la estampación.

[Programa «Luces y sombras»  005, Sección Las técnicas] 08/06/2000 Canal Sur Televisión]

El esmalte y su técnica

2000. Conocemos la técnica del esmalte en el taller de Rosario, esmaltista.
Se comienza con el diseño de los motivos. El soporte más utilizado es la plancha de cobre.
Para conseguir firmeza y uniformidad procede a su batido primero sobre una superficie blanda y luego sobre un acero hasta abombarla para evitar que la deforma la tensión provocada por la fusión de los esmaltes. La plancha se limpia en un baño de acido nítrico
Después se raspará con un cepillo metálico para finalizar a base de estropajo de aluminio y bicarbonato, quedando lista para el vidriado. La capa posterior será protegida con una capa de esmalte conocida por contraesmalte que sirve para aislarla y evitar que se resquebraje.
Con el mismo objetivo, en la parte delantera se aplica una pasta vítrea incolora llamada fundente que será la base de los otros esmaltes. Lavado con agua destilada, se aplica a la plancha de cobre con ayuda de una espátula y un pincel de pelo natural.
Cuando se evapore el agua sólo quedará polvo en la superficie, por lo que habrá que mover la placa con sumo cuidado para llevarla al horno donde permanecerá 5 minutos a una temperatura cercana a los mil grados.
El metal sale del horno al rojo vivo. Una vez frío y mediante un calco, se realiza la transferencia del dibujo a la plancha de cobre. La siguiente operación es la carga de esmaltes.
El material compuesto de polvo de bórax y sílice mezclado con distintos óxidos, que son los que dan color, es aplicado con agua como vehículo aglutinador. Con el pincel se toma pequeñas cantidades que se depositan sobre el metal, una al lado de la otra, hasta cubrir toda la superficie según la intensidad deseada en el resultado final.
La carta de colores sirve de guía. Los colores no se pueden mezclar si no es por superposición de capas para lo que habrá que fundir en varias ocasiones.
Aplicados todos los esmaltes, la placa de cobre pasa al horno. Repitiéndose el proceso hasta conseguir el catálogo de tonalidades. La última palabra la tiene el fuego
[Programa «Luces y sombras» 010, Sección Las técnicas] 11/07/2000 Canal Sur Televisión].

Restauración de monedas (2000)

Restauración de monedas del tesoro hallado de  la escuela de enfermería de Córdoba.

El conjunto de monedas llega al taller en una bolsa. Carlos, restaurador del museo, hace un primer análisis de las mismas. Se determina que están hechas de una aleación de metales y presentan una corrosión derivada del cobre que da una pátina verde.

Tras una limpieza previa realizada con un cepillo de fibra de vidrio, se observa con una lupa binocular para establecer el tipo de moneda. Estas anotaciones se añaden al informe sobre el hallazgo.

Se someten a un tratamiento químico para eliminar la corrosión por cobre. Las monedas son introducidas en amoniaco durante todo un día. Una estufa acelera el proceso. El amoniaco, rebajado en agua, toma un aspecto azulado, reacción provocada por la disolución de los cloruros del cobre.

A continuación las monedas se limpian en un contenedor con aguas desmineralizada.

Si siguen con manchas azules, han de ser tratadas con ácido fólico que elimina los residuos del cobre.

Una serie de lavados intensivos se alternan con sesiones de calor que suelen durar unos seis días.

Comprobándose que el nivel de cloruro ha llegado a su punto.

La medición se realiza con el conductímetro.

El secado se realiza primero a temperatura ambiente y más tarde en una estufa donde el metal se dilata y expulsa los cloruros solubles. Para protegerlas, se le aplica una película de material antioxidante.

Terminadas estas fases se pasan a una vitrina aclimatada a 25 º , con un nivel muy bajo de humedad donde se garantiza su preservación.

[Programa «Luces y sombras» 009, Sección Las técnicas] 04/07/2000 Canal Sur

Orfebrería artística (Taller de Marmolejo)

Conocemos las técnicas de la orfebrería artística  en el taller de Fernando Marmolejo.

La existencia en Andalucía de yacimientos de metales nobles permite el desarrollo de una larga tradición orfebre.

En el taller de Fernando Marmolejo se desarrolla el oficio con los mismos materiales y herramientas tradicionales.

La materia prima son los metales nobles. Generalmente se trabaja la plata,  presentada en lingotes que se transforman en láminas de distinto grosor a través de los rodillos de una maquina de presión que se regula manualmente. Una vez laminado el metal se encontrará casi listo para  manipularse con la maleabilidad necesaria que requiera el diseño.

En el caso del repujado, hay que hacer un modelo previo en pasta de pez rubia con almagra y tiza, para amortiguar los golpes del cincel y adaptar la lámina de plata al volumen del repujado. Esta operación requiere gran variedad de cinceles y otros útiles especiales, así como la destreza de los maestros artesanos.

Una vez repujadas, las piezas se someten al sacado de fuego, que consiste en el ensamble de las mismas mediante soldaduras realizadas con una aleación de plata y latón al cincuenta por ciento. Este cordón de plata baja presenta un punto de fusión inferior al de las láminas, por lo que la pieza nunca se verá dañada.

El pulimento final elimina las huellas de la soldadura. La uniformidad a la obra se consigue introduciendo la obra, junto a una barra de plata en una solución química que reacciona con el paso de la corriente eléctrica. Este  proceso de  electrolisis tiene como  fin  recubrirla por igual con partículas de plata pura y le dará el brillo y el resplandor característico de los metales preciosos.

Si el metal es oro, se ejecuta directamente en el banco de trabajo por un maestro joyero. Sobre una copia del diseño a modo de plantilla, el artista va colocando las piezas labradas como si de un rompecabezas se tratase.

La delicadeza que requiere su elaboración nos acerca al mundo de las miniaturas, de ahí el gran valor de la joyería.

Su pequeño trabajo obliga a una soldadura muy delicada, empleándose para ello un oro en aleación cuyo punto de fusión es inferior al de las láminas o hilos de oro. Para eliminar las manchas del fuego, las piezas se bañan en ácido sulfúrico y agua. El aspecto mate resultante se elimina con un baño de electrolisis. Con este último tratamiento la pieza recupera su color original, para finalmente ser bruñida con piedras de ágata que acentúan el brillo y la hacen inconfundibles por su especial luminosidad.

La orfebrería realizada en oro y plata adquiere su valor, no sólo por el coste de la materia prima, si no porque la labor creativa, el tiempo invertido y el esfuerzo puesto en su elaboración y acabado, las convierte en  piezas originales, únicas, que les confieren el carácter exclusivo de auténticas joyas.

[Programa «Luces y sombras, 011, Sección Las Técnicas 18/07/2000 Canal Sur Televisión]

El telescopio Stevenson del parque de las ciencias de Granada

Conocemos en funcionamiento del telescopio Stevenson, del parque de las ciencias de Granada. Es de tipo refractor, con tres espejos que dirigen la luz hacia el plano focal que está situado fuera del tubo, por eso este espejo está inclinado. El espejo principal, el más grande, tiene 75 centímetros de diámetro. Cuanto mayor es este diámetro, mayor cantidad de luz puede recibir un telescopio y más estrellas se pueden ver con él. Con ayuda de Manuel Roca, técnico en ciencias físicas, observamos la luna. Lo primero es hacer una observación de campo con unos prismáticos y la ayuda del planisferio.
Para localizar el objeto en el cielo, contamos con la ayuda de la informática para tener el mapa del cielo en Granada.
Marcamos la luna y obtenemos sus coordenadas para orientar el telescopio.
Mientras no está activo, el telescopio permanece orientado hacia la estrella polar.
Para su orientación Primero se pone el tiempo siderio marcado en el limbo negro situado en la rueda.
Con ayuda de los manubrios se gira el telescopio hasta el valor deseado de la ascensión recta.
Por último la declinación. Todas estas operaciones determinan el campo de observación del telescopio. [Programa Luces y Sombras 03/11/2000 Canal 2 Andalucía]