Artículos con la etiqueta ‘Técnicas artísticas’

Escultura, técnica del vaciado

2000. Conocemos la técnica del vaciado en la escultura en el taller del escultor Augusto Morilla.
El vaciado permite al escultor obtener un modelo en escayola a partir de un molde realizado en el mismo material. La figura resultante le servirá de guía para reproducirla en cualquier otro material.
La idea original se plasma en arcilla. Una vez oreada, se divide en dos partes mediante una paredilla realizada en barro. A continuación se prepara la escayola y se aplica sobre el modelo manualmente.
El último aplique se realiza con ayuda de una espátula, hasta conseguir una capa compacta.
La línea de unión, y los bordes del molde delantero se impregnan con grasa y balbotina para localizar más tarde el punto por el que hay que separarlos. Esta acción se realiza una vez seca la escayola con ayuda de una espátula y un martillo. Seguidamente se procede al limpiado y vaciado del barro de cada una de las partes. Todos los rasgos del modelo original están copiados en el molde.
Ambos lados quedan listos para su posterior unión y relleno.
Los moldes son impregnados en toda su superficie interior con la mezcla de grasa y balbotina, que creará una película aislante. Ésta permitirá separarlos fácilmente del material de relleno.
Para reforzar la unión de las dos partes, éstas se afianzan con un alambre. A continuación el conjunto se cubre con una gruesa capa de escayola que le dará la robustez necesaria para asegurar la copia del original. El material de relleno se prepara con agua, colorante y escayola mezclado uniformemente.
El pigmento de añade para diferenciar el material del molde y el de la reproducción.
La base de coloca hacia arriba, quedando expuesto el orificio por el que recibe la mezcla. El primer vertido servirá de recubrimiento básico de toda la superficie, desechando el excedente.
Seguidamente se realiza el relleno definitivo hasta que el nivel del mismo coincide con el orificio de entrada. La escayola del relleno fragua tras 24 horas. Ya se puede proceder a extraer la figura reproducida en el interior.
[Programa «Luces y sombras» 013, Sección Las técnicas] 08/08/2000 Canal Sur Televisión Canal Sur Televisión]

Escultura en bronce a la cera perdida

Visitamos en Salteras la Fundición artística Díaz Benitez, en la Casa Cortijo El Juradillo, de Salteras (Sevilla).

El proceso parte de un modelo, generalmente de barro, del que se obtiene un molde en silicona.

A continuación el molde pasa a la sección de cera donde un compuesto a base de cera y pigmentos rojos será fundido al calor de un infiernillo. Alcanzado el punto, se aplica en finas capas al molde.

Tras unir ambas partes se completa el relleno. Dándole acto seguido un volteo para distribuir la cera uniformemente por la superficie. El resultado es una reproducción exacta del modelo con delgadas paredes, en este caso, una jarra tartésica. Sólo queda el repaso de las juntas y el retoque de algún detalle

Seguidamente, también con cera, se prepara el arbol de fundición, consistente en un tronco hueco del que se separan las ramas que soportan cada pieza. Éstas ramas, también huecas, canalizaran la cera y gases de fundición hacia el exterior para recibir posteriormente el bronce fundido.

Finalizado el árbol, se protegerá  con un cilindro de acero que se rellena con un mortero de yeso hasta cubrir las piezas. Posteriormente será sometido a la acción del horno al objeto de disipar los restos de cera.

Enfriado el horno, las piezas  estarán dispuestas para la fase de relleno de colada de bronce.

Los cilindros volverán a su posición normal para ser enterrados en una zanja de arena bien compactada al objeto que ésta haga de dique de contención y aislante térmico a la hora de verter el metal fundido.

Mientras, en la estufa, el crisol funde los lingotes de bronce hasta alcanzar el punto justo.

La extracción del crisol de la estufa con el bronce líquido es el momento crítico.

Poco a poco el maestro fundidor  rellena cada molde.

Tras su enfriamiento, los cilindros se despojan del yeso calcinado para ir alumbrado las figuras de su interior.

Finalmente las piezas son repasadas con las herramientas apropiadas.

Se acaba con la pátina, una especie de firma personal de cada taller.

Con este procedimiento a la cera perdida podemos apreciar el verdadero valor de la escultura en bronce, pues no sólo depende del artista creador si no de una compleja técnica que se remonta al tercer milenio.

[Programa Luces y Sombras II 5, 28/10/2000 Canal 2 Andalucía]