Dar la lata


El dicho «dar la lata», utilizado cuando algo nos molesta, tiene su origen en Valverde del Camino (Huelva) y proviene de las antiguas cencerradas. Es una tradición en la que los vecinos formaban una banda con todo tipo de instrumentos de percusión: latas, palos y cencerros, con el único objeto de hacer ruido, cuando se enteraban de que un viudo o viuda se casaba por segunda vez. Visitamos el museo del pueblo para conocer los instrumentos que se utilizaban en las cencerradas.
Declaraciones de José Antonio Romero, vecino, que afirma que un principio la cencerrada se le hacía a los que se separaban. Visitamos una fábrica de cencerros. José María Bermejo, campanillero, nos muestra cómo se hace un cencerro.
Otra versión es la de paremiólogo Francisco Álvarez que explica el origen de la palabra lata que viene de palo en latín por lo que la expresión equivaldría a dar la vara o golpear algo.
Diego Ceano, escritor, afirma que a finales del XIX el dueño de una taberna de Málaga, viendo que todos los días le sobraban unos culillos de las botellas, lo echaba en una garrafa con idea de venderlo. Estos restos de vino se los vendieron a los presos de Málaga, y ante el jaleo que producían, pidieron que se les diera una medida de lata para ver si se tranquilizaban.
Informa: Maru Serrano
[Programa «Abrapalabra», 4 de noviembre de 2009. Canal Sur Televisión]

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04/11/2009

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