La noche y los seres humanos


2016: 8 de noviembre. El gaditano José Ramón Ripoll, ganador del premio de poesía Loewe 2016 con su obra «La lengua de los otros».

Texto literario sobre la noche y el alma humana del escritor, periodista y musicólogo José Ramón Ripoll (Cádiz, 1952). Imágenes nocturnas de Sevilla en 1989: Fuente de las Cuatro Estaciones de Manuel Delgado Brackembury en La Pasarela y fuente – monumento a Juan Sebastián Elcano de Antonio Cano en la Glorieta Marineros Voluntarios. [Programa Reflexiones, 24 de mayo de 1989].

Transcripción:
Hay un cuento de Boris Vian en el que todos los personajes de la ciudad son sorprendidos de la noche a la mañana por una niebla espesa y, en vista de lo cual, optan por salir desnudos a la calle: hacen el amor en los descansillos de las escaleras, en los despachos de las panaderías, en la vía pública…
Cuando vuelve a salir el sol y la claridad ocupa su lugar primitivo, los habitantes (de vergüenza y placer) se arrancan los ojos para vivir eternamente desnudos y en tinieblas.
A veces confundimos la transparencia con la comunicación y la oscuridad con el hermetismo, sin darnos cuenta de que el día y la luz no nos deparan más que el atosigamiento de los vestidos y la falsa responsabilidad de la retórica. Durante el día nos afectamos: incorporamos el rictus ante el espejo, nos ajustamos el nudo de la corbata y preparamos, casi sin darnos cuenta, un abigarrado discurso de palabras y gestos para que la interpretación de nuestra imagen no dé lugar a equivocaciones. Durante la noche se hacen las mayores locuras: desde la primera farola encendida la corbata comienza a desatarse, se habla menos o se usan otras palabras, la mirada es distinta, el mejor sueño está desnudo y el codiciado amor renace como Venus del mar y las tinieblas. Precisamente al mar vamos desnudos porque, en su complejidad, desnudo está también. Y a las tinieblas del lenguaje acudimos sin ropas porque deseamos que la luz, que renace paradójicamente de su negritud, nos ilumine el rostro y el alma.
«Escribo para que se recuerde mi cara» dice un aerolito de Carlos Edmundo de Ory. El acto de escribir (como el de hablado) no es más que la transfiguración del pensamiento y en su centro se halla la fotocopia de nuestra palabra desnuda: nuestro cuerpo desnudo…
Las sesiones parlamentarias, los mítines electorales, los convenios laborales o las reuniones sobre el desarme nuclear deberían celebrarse por la noche: con la luz apagada y el desnudo. Dicen que Goya pintó una Maja de día y otra de noche: una para los demás y otra para su corazón. Y si la familia de Carlos IV hubiese posado a oscuras, el destino de España hubiese sido otro.
Tal como ocurre en el relato de Vian, en la noche desnuda nos explicaríamos desnudos, con la palabra suelta, con el verbo más fresco, con la frase hecha tacto. Cuando todo esté dicho y los cuerpos desnudos… que venga el alma: ¡Entenderemos la ceguera!

José Ramón Ripoll conduce varios espacios de música en Radio Nacional de España. Desde su fundación en 1991 dirige la «RevistAtlántica de Poesía». Ha publicado varios libros de poemas, monografías literarias y musicales. Su obra ha recibido varios galardones como el Premio de Poesía Loewe 2016 por su obra «La lengua de los otros», el Premio Corda de Ensayo 2018 en Nueva York, etc. En 2019 ingresa en la Real Academia Provincial de Bellas Artes de Cádiz como académico de número.

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24/05/1989

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