1989: 23 de agosto. Una de las medidas de prevención para evitar la propagación de la peste equina, tras el brote del verano de 1989, consistió en la vacunación de caballos de los coches que hacían recorridos turísticos por la ciudad de Sevilla. La posibilidad de secuestrar los caballos durante 21 días después de su vacunación quedó descartada, tras el principio de acuerdo entre representantes de los cocheros y la Junta de Andalucía. El acuerdo hacía posible que los coches de caballo mantuviesen su actividad, evitando el perjuicio para los cocheros, padres de familia que no podían permitirse estar 21 días sin trabajar, en palabras del cochero Juan José López. La temporada alta de la actividad se inicia con la feria de Sevilla, pero tiene su mejor momento en los meses de verano, cuando cada coche suele hacer una media de seis recorridos, a un precio de 2000 pesetas por una hora. Presenta Rosa Pilar Abelló [informativo diario «Teledía», 23/08/1989, Canal Sur Televisión].