Expedición a la cuna de los almorávides (1993)
Reportaje sobre «Mauritania 93. Expedición a la cuna de los almorávides. Las ciudades perdidas de Mauritania», organizada por un grupo de científicos de la universidad de Granada que intentan conocer mejor las relaciones de Al-Andalus con África. La expedición atravesó de norte a sur Marruecos-Argelia-Sahara Occidental-Mauritania y Senegal, y circulan por algunas de las pistas que utilizó el Rally Paris — Dakar. Visitan yacimientos como Erqueyez, y ciudades como Azugui (Azuqqi, Azouggi), Atar (Chinguetti), Wadan (Oudane) o Walata (Oualata). Llegan a la capital Nuakchot, y las costas mauritanas, y después al río Senegal.
De las poderosas ciudades almorávides según exponían los documentos de la época, por donde pasaban las caravanas, quedan pocos restos y en mal estado. La UNESCO desde 1981 intenta salvar ciudades como Wadan. Imágenes de la Mezquita de Sinquit y la biblioteca, y de las arquitecturas policromadas de Walata, la ciudad perdida de las caravanas, donde se conservan manuscritos sobre al Al Andalus que la Cooperación Española intenta proteger. Declaraciones de Manuel Villar Raso (jefe de expedición), Francisco Ortega (geógrafo), Francisco Vidal (arabista), Julio Alfredo Egea (escritor), Rafael Guillén (poeta), Antonio Orihuela (arquitecto) y Mauricio Pastor (historiador). Redactor Alfonso Domingo. [Programa «La cuna de los almorávides», Los reporteros, 3/7/1993]
En el siglo XI partieron de estas tierras los almorávides, de origen bereber, que lograron crear un imperio desde el sur del río Ebro hasta el Senegal. Llegaron a Al-Andalus llamados por el rey sevillano al-Mutamid para frenar el avance de los cristianos, pero además terminaron con los reyes taifas y gobernaron al-Andalus. En años anteriores las expediciones de la universidad de Granada habían recorrido estas tierras para investigar a los moriscos que en el siglo XVI, al servicio de Áhmad Al-Mansur Adh-Dháhabi y dirigidos por el almeriense Pacha Jáudar (Yuder Pachá o Yauder Pachá o Joder Pachá, nacido Diego de Guevara en Cuevas del Almanzora), fueron enviados a conquistar Tumbuctú y el cauce septentrional del río Níger. Los descendientes de este grupo de moriscos, conocido como los “arma”, constituyeron una comunidad con costumbres andalusíes, con preeminencia social hasta la segunda mitad del siglo XIX y que aún conservan palabras de uso en castellano.