– Lo que empezó siendo en los años 40 una represalia política contra las presas republicanas se acabaría convirtiendo en décadas posteriores en un negocio de compraventa, en el que intervenían médicos, enfermeros, funcionarios y religiosos
– Coloquio en “La Memoria” con los abogados Fernando Magán y Enrique Vila, que representan a sendas asociaciones de afectados
– La Justicia española se desentiende de momento de las denuncias que de forma creciente se plantean
El programa “La Memoria” de Radio Andalucía Información, dirigido y presentado por Rafael Guerrero, dedica su emisión del viernes, 21 de enero, a un coloquio sobre los niños robados del franquismo con la participación de Fernando Magán y de Enrique Vila, dos abogados que están ayudando y dando cobertura jurídica al creciente número de personas que intentan buscar a sus padres, a sus hijos o a sus familiares biológicos, décadas después de que se realizaran adopciones ilegales.
El auto del juez Garzón de octubre de 2008 con el que se pretendía enjuiciar los crímenes del franquismo incluía un apartado dedicado al robo de miles de hijos de madres republicanas, encarceladas o fusiladas, que fueron a parar a familias adictas al nuevo régimen con las bendiciones de la Iglesia católica. Pero lo que comenzó siendo un instrumento más de represión política se fue transformando en un negocio de corrupción que amplió sus ramificaciones por toda España del que eran víctimas normalmente madres solteras y/o con poco poder adquisitivo que al dar a luz eran desposeídas de sus bebés con el pretexto de que habían muerto. Paralelamente, las madres adoptivas entraban a las clínicas simulando un embarazo con un cojín sobre la barriga y salían con su retoño, previo pago de una importante cantidad a la trama en la que intervenían médicos, enfermeras, funcionarios, curas y monjas. De los 30.000 niños afectados durante la guerra y postguerra, se pasó a unas 300.000 adopciones ilegales en las décadas posteriores, incluidos los años 80.
Los juristas que intervienen en el coloquio se quejan de la falta de sensibilidad de la Justicia española para investigar y enjuiciar esta asignatura pendiente. Fernando Magán es abogado de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) y representa a la Plataforma de Niños Robados, mientras que Enrique Vila Torres defiende a la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) y es autor del libro “Historias robadas”, que presentará la próxima semana.
Fotos.- Supuestos niños robados del franquismo en los años cuarenta. Fernando Magán. Y, finalmente, Enrique Vila y la cubierta de su libro «Historias robadas».
Emisión.- Viernes, 21 de enero, a las 19,30 horas en Radio Andalucía Información.
Descarga en internet.- Los últimos programas, a través de www.rtva.es por “radio a la carta” y el histórico de todos los programas emitidos, a través del blog del programa “La Memoria”: http://blogs.canalsur.es/lamemoria/
Suscripción por internet.- Se aconseja la suscripción por el sistema podcasting, siguiendo las instrucciones en www.rtva.es a través de “radio a la carta”.
Una vez mas hay que explicar para que se entienda bien que no solo quitaron a sus hijos a madres incultas como se pregona continuamente, con pocos medios y ateas de izquierda, es cansino y ridículo oír siempre lo mismo, cuando no es cierto del todo, también sufrieron esas consecuencias las hijas de buena, buenísima familia, con dinero y con poder, ¿Por qué eso no se dice? ¿Por qué no se nombra?.
Las hijas de Jueces, médicos, abogados, aristócratas, políticos, militares, empresarios, etc….….. también sufrieron lo mismo, exactamente lo mismo, sufrieron igual la perdida de sus hijos, unas aceptaron las imposiciones sociales y familiares al quedar “deshonradas” y actuaron de acuerdo a su conveniencia aceptando que ese hij@ fuese criado y educado en otra familia, también sufrieron lo mismo, exactamente lo mismo, otras de la misma categoría y nunca estuvieron de acuerdo con los planes familiares para despojarlas de su hijo, no aceptaron las imposiciones, se rebelaron, lucharon y perdieron, estuvieron también en los mismos sitios que las anteriores, las que aceptaron su destino no han salido a buscar, las que no aceptaron si destino si que han buscado incansables sin importarles la categoría socio-economica de su familia ni el nombre.
Se deben nombrar a todas, porque no solo fueron las pobres las que sufrieron la perdida de sus hijos.
gotasdelluvia
Interesante comentario el que usted hace. Da la impresión de que usted conoce de cerca algún caso de mujer de familia con recursos pero que no soportaba la existencia en su seno de una madre soltera, que se viera forzada a «entregar» a su bebé y que ahora lo está buscando. Plantearé su observación en el coloquio con los dos abogados especializados en este tema.
Gracias
Lo que hace que, a día de hoy, en España, haya, con toda seguridad, y sólo por este motivo, más de un millón de españoles con apellidos que no son los suyos legítimos y que no conocen a su verdadera familia biológica por este, llamemos a las cosas por su nombre, crimen contra la humanidad y delito contra la intimidad y el honor de las personas.
Porque de esas más de 300.000 personas, seguro que más del 80% han tenido hijos y, quienes ya tengan edad, seguro que otro mínimo del 80% han tenido nietos; lo que, incluso teniendo en cuenta los que ya hayan muerto por otras circunstancias de cualquier tipo, multiplica las cifras de «mal identificados», como mínimo, por 5 a día de hoy, representando así (como mínimo) más de millón y medio de personas: más del 3% de la población.
En resumen, algo intolerable… ¡Como mínimo, una de cada 33 personas en España tiene una identidad falsa desde su nacimiento!
Eso no se suele decir: las cifras no mienten, ya que las matemáticas son así… Y las cifras suelen asustar mucho a las personas.
Por cierto, «Gotasdelluvia»; lo que nombras es algo que ha existido siempre. Otra cosa es que, aprovechando el sistema de secuestro de hijos de familias de izquierdas y pobres, se haya institucionalizado esa práctica.
Desde luego, ambas clases de secuestro de niños merecen que se les haga justicia, de eso no creo que nadie dude. Lo que me chirría en la vista y hasta el oído es tu fragmento de frase (copio y pego) «las hijas de buena, buenísima familia, con dinero y con poder»: no es que me guste generalizar, pero no es precisamente de las familias poderosas y/o con dinero de quien más se puede uno fiar y, por tanto, a quienes uno puede llamar tranquilamente buena familia», simplemente por serlo; los casos extremos de solidaridad y humanidad se dan precisamente entre las capas más «bajas» de la sociedad.
Dicho esto, todo mi apoyo para la lucha por la justicia contra ambos tipos de secuestro de niños.
Salud, suerte, y que la «Justicia» sea justicia por una vez en la vida.