Sábado 27/09/14: La letra pequeña. El depósito lleno. Hasta llegar a la mesa.

– LA LETRA PEQUEÑA.- Consumimos aditivos y productos que, sin caer en la cuenta, están elaborados con componentes que pueden alterar nuestra salud. En alimentación hay algunos, como aspartamo o algunos colorantes, que son cada vez más cuestionados. Hemos querido analizar tres ejemplos de elementos potencialmente peligrosos para ver hasta que punto las autoridades sanitarias, la industria y los consumidores tenemos o no el control de lo que comemos. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y de Nutrición prohibe expresamente la utilización de aditivos siempre que exista la posibilidad de lograr los mismo efectos por otros métodos, si pueden enmascarar la calidad del alimento, o si forman parte importante de la dieta de grupos vulnerables como lactantes o niños en general. Unos requisitos que, sin embargo, no cumplenn muchos de los aditivos alimentarios que se encuentran en numerosos productos.
– EL DEPÓSITO LLENO.- Los mercados internacionales del petróleo marcaban una tendencia a la baja en los últimos meses, pero en el consumo final apenas se ha notado al llenar el depósito. Si bien es cierto que cualquier conflicto internacional, y ahora hay varios, repercute siempre al alza en los combustibles. No obstante, se aprecian importantes oscilaciones de un país a otro, de un lugar a otro, o entre distintos suministradores. ¿Quién y cómo controla el precio de los carburantes? Cómo es posible que con una misma materia prima con igual precio en origen haya una diferencia tan notable en el coste. ¿Cómo se fijan las tarifas que pagamos? ¿Existe una competencia real entre los operadores? ¿Cuánto paga el ciudadano y a qué criterios obedece? Un repaso a las circunstancias que repercuten en el mercado del conocido como «oro negro».
– HASTA LLEGAR A LA MESA.- El verdeo es una labor agrícola típica de las zonas olivareras con motivo de la recolección de la aceituna de mesa y se lleva a cabo durante este mes de septiembre. Este año ya ha empezado la campaña y las expectativas de la cosecha no son muy buenas en cantidad, por la falta de lluvias previas. El olivar de verdeo ha perdido cuota de mercado en las tres últimas campañas, con excedentes, bajos precios, escasa rentabilidad, la competencia de otros países y la difícil mecanización. Sin embargo, para muchos pueblos es una actividad muy importante pues se trata de en un cultivo social por el volumen de trabajo que genera. Ahora el reto consiste en asentar la industria que se mueve alrededor ante una fuerte demanda exterior. La exportación abre nuevos horizontes y brinda posibilidades para aumentar toda la actividad económica que se produce entorno a esta labor.

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