– LA MEMORIA DE UNA ÉPOCA: La que fuera vivienda de Francisco Adamez, guardaba una grata sorpresa. Cuando su hijo y su nieto hicieron obra en ella se encontraron una película que había estado perdida durante casi 80 años. Francisco había sido alcalde durante la Segunda República de la localidad cordobesa de Priego, y la cinta, que había sido filmada por una productora estadounidense se había librado de la destrucción franquista. En ella se consevan imágenes y testimonios de aquella época tan convulsa como ilusionante; y aparecen personalidades destacadas, como el que fuera Presidente de la República, el también vecino de Priego, Niceto Alcalá Zamora.
– A GUSTO DEL CONSUMIDOR: La Consejería de Salud ha puesto en marcha una campaña de inspección de clínicas de cirugía estética. El objetivo es detectar irregularidades que puedan redundar en la salud de los que deciden intervenirse. Hace poco el gobierno de la Junta aprobó un decreto que endurecía las condiciones para los menores que quieren cambiar el aspecto de una parte de su cuerpo. Pero el decreto establece también controles y garantías exigibles a los centros y a los profesionales. Es cierto, que la mayoría de los usuarios quedan satisfechos, pero también, los hay que se llevan una gran desilusión, y personas, como las que conoceremos, que con la cirugía estética han empeorado notablemente.
– CULPABLES SIN DELITO: La justicia no siempre es justa. Al menos eso pensarán nuestros dos protagonistas, puesto que tuvieron que permanecer en prisión por un delito que no habían cometido. Uno de ellos era albañil y paró para ayudar al ver un coche averiado. Era de un joven de su localidad que mientras él estaba allí tuvo un altercado con otro vecino. Él se marchó al tranquilizarse ambos, pero después, el socorrido apareció muerto. Las pruebas parecían condenarle, aunque era inocente. Lo mismo le ocurrió a Rafael que permaneció 13 años ingresado por unas violaciones que cometieron otros. Fue acusado por una víctima que sabía que su agresor tenía una mirada rara, pero no era la de Rafael. Unas pruebas de ADN así lo demostraron cuando prácticamente había cumplido la condena. Ahora, con el daño familiar y personal a sus espaldas, están pendientes de una posible indemnización que resarza en algo la situación que padecieron.
Muy Señor nuestro,
Somos la plantilla de masajistas del hotel Incosol de Marbella y nos
dirigimos a usted como último recurso ante la desesperación de nuestra situación
laboral, la cual independientemente de la crisis económica que está asolando el
país, nos está llevando al límite de lo soportable afectándonos tanto a nivel
económico como personal.
Actualmente somos doce personas, muchos llevamos trabajando en Incosol
más de siete, diez y hasta treinta y cinco años.
Para nosotros, como masajistas, el poder trabajar en un lugar de la calidad y
el prestigio de Incosol fue un sueño. No había mejor sitio donde ejercer nuestra
profesión, un hotel referente mundial de primer orden en el turismo de salud y
belleza.
Entramos pues con gran ilusión, sin firmar contrato alguno, simplemente
hubo un acuerdo verbal en el que se nos exigió ser autónomos pero cumpliendo con
las condiciones y normas de la empresa como el resto de los empleados del hotel.
Por supuesto sin ningún sueldo base, únicamente con un porcentaje de lo realizado,
trabajando muchas veces diez y doce horas en temporada alta, festivos y puentes, y
sin cobrar esas horas extras, sin vacaciones pagadas y a plena disposición de la
empresa siempre que hiciera falta, incluso hasta en nuestros días de descanso. A
pesar de todo esto había entendimiento y buena voluntad por ambas partes.
Todo cambió en Marzo de 2007, cuando entró un nuevo propietario, el Sr.
José Antonio López Esteras, presidente del grupo JALE. Desde entonces, año tras
año, Incosol ha ido perdiendo en calidad, clientela y prestigio. Con una gestión que
está arrastrando el hotel a la quiebra.
Dejamos en sus manos la investigación de dicha gestión empresarial y
económica, bastante compleja, puesto que el grupo JALE posee varias empresas
involucradas en una red realmente incomprensible para un profano.
Como consecuencia de todo esto todos los empleados del hotel estamos
sufriendo un retraso en el pago de nuestros sueldos de tres, cuatro y a veces hasta
cinco meses, y ni siquiera se nos está pagando el mes completo. Nos lo van dando
poco a poco, por ejemplo una semana 200 euros, a los quince días 300 euros, otra
semana nada, luego a los veinte días 150 euros, y así en estas condiciones estamos
desde diciembre de 2009.
En nuestro caso la situación es todavía peor. A pesar de tener las mismas
obligaciones que el resto de empleados tanto respecto a la dependencia de la
dirección, en horarios y obligaciones, se nos exige seguir pagando cotizaciones
como si fuéramos autónomos, todo ello con el fin de que la empresa se exima de la
obligación de pagar nuestra contribución a la Seguridad Social, por lo que hemos de
pagar cada tres meses el IVA correspondiente a nuestra facturación, un 16% del
total, aunque no hayamos cobrado nada todavía de esos meses así como las
respectivas cotizaciones, y todo ello sin haber cobrado.
Nosotros no sólo trabajamos sin cobrar, sino que nos cuesta el dinero de
nuestros ahorros el ir a trabajar y mantener nuestro puesto de trabajo. Pero no todo
queda ahí.
Hace un año nos presentaron un contrato mercantil abusivo con condiciones
claramente ilegales, y con la amenaza de firmarlo o bien echarnos a la calle. Esto
nos llevó a buscar asesoramiento legal y posterior denuncia ante los juzgados,
solicitando que se nos dé la consideración del resto de compañeros, dado que como
decimos, tenemos iguales obligaciones que estos, y sin embargo ningún derecho
más.
Pero cual sería nuestra sorpresa al ver que la cita del juicio sale para abril del
2011, y además sin poder hacer nada, sólo esperar.
Desde nuestra negativa a firmar el contrato la situación se ha vuelto
realmente insoportable, empeorando cada vez más. La realidad es que estamos
viviendo cada día bajo la presión de perder nuestro puesto trabajo.
Aquí no hace falta que te despidan, simplemente no se te programan más
masajes y como no tienes tratamientos, no facturas y al final te tienes que ir,
tampoco puedes hacer nada al respecto puesto que es el hotel el que te proporciona
los clientes. Así es como se deja de trabajar en Incosol.
Es tal el control por parte de la dirección de nuestro trabajo que un día el
director dio la orden a recepción de quitarle todo el trabajo programado a los chicos
y pasárselo a las chicas, sin previo aviso y sin ninguna explicación. No sabemos el
motivo quizá sólo fue una demostración del poder que ellos tienen sobre nuestra
producción.
Nos da miedo hasta el tener que coger una baja médica o el irnos de
vacaciones, de hecho llevamos todo el año sin ellas, y ¿por qué? Pues porque la
última vez que unas compañeras se tomaron diez días de vacaciones en el mes de
diciembre, al intentar reincorporarse se les amenazó con no volver a admitirlas si no
firmaban dicho contrato.
En Semana Santa se nos obligó a trabajar toda la semana sin descansar en
un horario de ocho de la mañana a ocho de la tarde. Una compañera que se negó a
renunciar a su descanso semanal fue “castigada” quitándole el trabajo de toda la
semana e incluso se le negó el dinero atrasado que recibimos en esos días.
También se nos dio por parte de la dirección la orden de que en las horas
que no tuviéramos tratamiento, que son varias al día, estuviéramos sentados en la
recepción de masajes, para así atender a los clientes, dando información,
enseñándoles el departamento y el circuito termal. También para atender el spa,
reponer, dar toallas, etc. todo ello de forma obligatoria y por supuesto sin remunerar,
ya que nosotros sólo cobramos por masaje realizado.
Nos negamos y en consecuencia la pequeña salita que teníamos para
descansar entre masajes fue inhabilitada, se echó el techo abajo para que no la
pudiéramos usar. Ahora ya no tenemos donde estar.
Hemos tratado de normalizar la situación reuniéndonos en dos ocasiones con
el Sr. Julio Martí (Adjunto a la Presidencia) y sólo hemos conseguido amenazas e
insultos.
Han contratado además a nuevos masajistas, aunque no son necesarios por
la ocupación que tenemos y con ordenes estrictas por parte de dirección de ponerles
a ellos el trabajo primero, con el objetivo de que no tengamos masajes y disminuir
de esta forma al mínimo nuestra facturación.
Sabemos que hay intención de irnos echando uno a uno. Por este motivo a
uno de los compañeros, elegido al azar, no le están programando trabajo, sólo
cuando ya no queda más remedio, bajo las órdenes como siempre del Sr. Martí. De
esta forma este mes no va a ganar (cuando nos paguen) ni para pagar su cuota de
autónomo así que él solito se tendrá que ir. Luego seguirá otro y luego otro y
desgraciadamente así de fácil es acabar con toda la plantilla.
Podría seguir contando cosas y más cosas hasta aburrir. Ahora nosotros nos
preguntamos ¿qué podemos hacer?
¿Renunciar a todo después de media vida trabajando en Incosol?
¿Aguantar ahí hasta que nos ahoguemos económicamente?
¿Seguir yendo a trabajar sabiendo que la dirección está buscando cada día
la forma de ponerte de patitas en la calle?
Hemos redactado este escrito como nuestra última salida aún siendo
conscientes de que esto nos puede acarrear represalias por parte de la empresa.
Pero nosotros simplemente estamos luchando por nuestro puesto de trabajo,
por nuestro sueldo, por unas condiciones laborales justas, y sobre todo estamos
luchando por nuestra dignidad como trabajadores.
Agradeciendo su atención, reciba un cordial saludo,
El equipo de masajistas del hotel Incosol