– CALOR DE HOGAR: Su situación no depende de la crisis sino de una serie de avatares que les ha llevado a vivir en difíciles condiciones. La droga, los problemas mentales, la infravivienda…. Son variadas las causas que les han situado en la indigencia. Ahora cuentan con la posibilidad de acudir al Albergue Municipal de Sevilla. Allí no sólo verán cubiertas sus necesidades más elementales en higiene, alimentación y alojamiento, sino que además podrán recibir una atención integral para que puedan salir adelante. Además, se ha iniciado un proyecto nuevo que consiste en que alguna familia pueda mantener su autonomía residiendo en un apartamento, sin tener que compartir siempre el espacio común a los demás. Una solución posible, para casos desesperados.
– ALAKRANA: Habla la madre de Francisco, un marinero de Isla Cristina que forma parte de la tripulación del Alakrana. Ha pasado unes y medio desde que el atunero vasco fuera secuestrado por piratas somalíes. Mes y medio de conjeturas y de litigios diversos que han ido retrasando su resolución. El arresto de dos de los captores y su traslado a España ha supuesto un elemento de discordia en el trato con los secuestradores, puesto que ya no sólo reclamaban dinero, sino también a sus compañeros a cambio de la libertad de los marineros. Pero ello choca con la legalidad, pues primero ha habido que solventar el tema de la minoría de edad de uno de ellos, y ahora el tema en discusión es qué hacer con ellos para, respetando el derecho, conseguir a la vez, poder negociar con los secuestradores con esa moneda de cambio.
– APOSTASÍA: Esta misma semana un obispo español ha recordado que aquellos diputados que voten a favor de la nueva ley del aborto quedarán exluídos de la Iglesia Católica. Sobre ellos recaerá lo que se conoce como excomunión. En este caso, ser apartado de esta confesión es un hecho que se producirá de forma automática, pero ¿qué ocurre cuando es al revés? ¿Y si uno quiere renunciar a pertenecer a una Iglesia? Eso es la apostasía, el rechazo voluntario y formal a ser considerado miembro de la Iglesia, a la que se accedió a través del bautismo. Pero, igual que la excomunión la anunció el obispo como una consecuencia directa, convertirse en apóstata resulta algo más complicado.