– LA CASA DE BERNARDA ALBA: Unas actrices muy especiales, para una obra de teatro emblemática de Federico García Lorca. La Casa de Bernarda Alba, volverá a los escenarios el próximo domingo, pero 8 de sus protagonistas no han interpretado nunca un papel, ni habían ido antes a ninguna representación, y ni siquiera saben leer. Son vecinas de El Vacie, el asentamiento urbano de más de 70 años de antigüedad enclavado en Sevilla. Son parte de esa mayoría de etnia gitana que componen los aproximadamente 1000 vecinos del lugar. Ser analfabetas no les ha supuesto un obstáculo y durante más de dos meses han ensayado de lunes a viernes cuatro horas diarias para formar parte de esta iniciativa llevada a cabo por el Ayuntamiento de Sevilla y la compañía de teatro TNT, que ellas han calificado como experiencia única. Con toda seguridad, el propio autor, hubiera deseado contar con un reparto así.
– LA CRISIS DEL DIVORCIO: La crisis económica ha afectado de forma notable a nuestra economía, y curiosamente, uno de los indicadores que lo ha demostrado ha sido el de la reducción en el número de divorcios. El año pasado se produjeron concretamente un 12,5 % menos, y las separaciones bajaron un 24,4 %.La falta de trabajo, o la merma en los ingresos, o la imposibilidad de pagar una pensión compensatoria, o no poder comprar otra vivienda, o pagar un alquiler, o las dificultades para vender el hogar común, ha hecho que muchas parejas hayan dilatado su ruptura, manteniendo una situación de convivencia temporal, en espera de que una mejoría económica les permita romper su matrimonio.
– ADIÓS A AYALA: El gran maestro de escritores, Francisco Ayala, falleció el pasado martes a los 103 años de edad. Nacido en Granada siempre evocó su tierra como lugar donde vivió esos años de infancia que tan queridos les fueron y donde despertó su alma de poeta y escritor. Trasladado luego a Madrid, tras estudiar Derecho, le tocó ser testigo de la Generación del 27 y de los años aciagos de la Guerra Civil. Vivió el exilio, en Argentina y Estados Unidos donde se dedicó a la enseñanza. Ganador de los premios más importantes de las letras españolas, deja una obra notable tanto en narrativa como ensayo, donde destaca su manejo del lenguaje, su ironía, su lucidez, su preocupación moral. Nos deja títulos como El Jardín de las Delicias o La Cabeza de Cordero.