Los Reporteros
Sábado, 3 octubre 2015
Emisión a las ocho de la tarde
Programa 1112
– AMOR POR INTERNET.- Las formas de relacionarse ha cambiado radicalmente en los últimos años. Las redes sociales han impuesto una nueva manera de contactar y, a través de ellas se trata con los amigos o se localiza un trabajo, pero también se busca pareja. No sólo es la gente joven, puede cada vez es mayor el número de personas que recurre a internet para encontrar con quien poder entablar una relación. Hay páginas específicas y de compañías que se encargan de ello o se cream grupos en Facebook para conseguirlo. Para muchos es una herramienta que les facilita el camino y que les permite ser más directos al poder establecer perfiles; otros se han encontrado con malas experiencias pues es más fácil crear una identidad falsa. Aún así, no cabe duda de que son más las parejas que se han conocido utilizando internet. En España no hay datos, pero en algunos países europeos y en Estados Unidos se calcula que un tercio de las población utiliza la red para ello.
– EL LEGADO DE LA DUQUESA.- Ha dado comienzo el juicio por la propiedad del archivo de la Fundación Casa Medina Sidonia. Las disputas familiares por la herencia de Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, ponen en riesgo la integridad del mayor archivo privado de Europa, en el que se atesoran más de seis millones de documentos, algunos de los cuales se remontan al siglo XII, y donde hay muchos vinculados con Andalucía. Los tres hijos de la conocida como Duquesa Roja han reclamado parte de su propiedad al considerar que dos tercios, tanto del archivo como del Palacio en el que se conserva, situado en Sanlúcar de Barrameda, no pertenecen a la Fundación, deben formar parte de su herencia. Frente a ellos, se encuentra la viuda de la Duquesa, Liliane Dahlmann, para quien esos vienes fueron traspasados legalmente en vida de Isabel, a la Fundación que ella preside. Tanto el ayuntamiento sanluqueño, como la Diputación de Cádiz y la Junta de Andalucía, se muestran preocupados por la posibilidad de que este bien catalogado de Interés Cultural pueda dividirse, e incluso trasladarse a otro lugar.