– LA CRISIS GRIEGA.- Dentro de un mes Grecia celebrará elecciones. El hasta ahora ministro de Economía será el candidato del partido favorito, pero en cualquier caso se abre una etapa de incertidumbre, tras el breve mandato de un primer ministro tecnócrata, y con el reciente acuerdo con los bancos para una quita superior a las tres cuartas partes de su deuda. Era una de las condiciones para la entrega de un préstamo por parte de la UE, de 130.000 millones de euros. Aún así, la situación no es nada halagüeña. Los sueldos han bajado un treinta por ciento y el paro ha subido a más del veinte. El salario mínimo se reducirá un veinte por ciento, las pensiones un doce, y serán despedidos unos quince mil funcionarios. Trece de cada cien familias no tienen ningún ingreso. Y los impuestos, en cambio, han subido, y sigue siendo el país europeo que, porcentualmente, más gasta en armamento. Lógicamente, cuatro de cada cinco ciudadanos están en contra de todo lo que ocurre.

– NO LLUEVE.- Hace más de una década que en Andalucía no se padecía un invierno tan poco lluvioso como el que ha acabado. Ha sido el más seco en los últimos 70 años. Hay lugares donde las precipitaciones ha supuesto apenas la décima parte con respecto al anterior. Las zonas más afectadas de la Comunidad son el norte y el occidente. Según la Agencia Estatal de Meteorología, el déficit de pluviometría es un 60% de media, con lo que podríamos estar entrando en un periodo de sequía. Las previsiones, de momento, no permiten ser optimistas y la primavera se presenta seca. Afortunadamente, gracias a reservas acumuladas de años anteriores, los pantanos mantienen un nivel aceptable de agua que supera el 75% de su capacidad. Por ello, el abastecimiento humano como el de la agricultura está garantizado, prueba de ello es que se están atendiendo desembalses para el riego de cultivos; aunque eso no impide que haya una parte de la cosecha que se ha perdido. De hecho, el gobierno ya ha pedido ayudas a Bruselas para paliar estos efectos de la falta de lluvias.

– SOY ERASMUS.- Cada año, más de 250.000 estudiantes universitarios salen a estudiar entre tres meses y un año académico en otro de los 33 países europeos que forman parte de este proyecto. En total, han sido 2 millones y medio los que se han beneficiado de estas becas a lo largo de los 25 años del programa, uno de los más exitosos y conocidos de la Unión Europea.Sólo se puede recibir una beca remunerada a lo largo de una carrera, pero se puede repetir la solicitud más veces, pero ya sin prestación económica. La dotación varía desde 120 € al mes, hasta los mil €, dependiendo de las universidades y circunstancias del alumno, y se destinan a alojamiento y gastos, porque la matrícula está pagada, al convalidarse con la de origen. Con un presupuesto de más de 3.000 millones de euros para el periodo 2007-2013 su mayor atracitivo son los idiomas, los contactos y las experiencias. España es el principal exportador e importador de estudiantes Easmus. En el curso 2009-2010 fueron 30.000 los universitarios españoles que fueron a otros países europeos, y a cambio recibimos 35.000. Quienes han disfrutado de la beca, y quienes están pendiente de ir nos hablan de su motivación.