– EL VALOR DE LOS ALIMENTOS: La especulación y la crisis parecen haber orientado ahora un importante número de inversiones hacia la producción de alimentos. Mientras en el cuerno de África miles de personas mueren de hambre, se ha iniciado una carrera para comprar tierras en esa zona del continente. En los últimos años, distintas multinacionales han adquirido más de doscientos millones de hectáreas en países como Sudán o Etiopía. Pero además, los desastres naturales están siendo aprovechados para incrementar los precios de los productos agrarios. El trigo, el maiz, el azúcar, la soja, el cacao… son ejemplos de subida de valor exagerada en los mercados de materias primas, ya que cotizan en mercados financieros. Un dato, el banco estadounidense Goldman & Sachs obtuvo en 2008 un tercio de sus ingresos especulando así.
– EN LA RED PARA CREAR: Sin apenas presupuesto, sin subvenciones en la mayoría de los casos, con la ilusión de equipos que trabajan sin cobrar y con la ayuda de donantes anónimos en Internet se puede conseguir hacer realidad un sueño creativo. Gracias a ello, una decena productores audiovisuales están ultimando sus películas o series en Andalucía. Es un fenómeno nuevo en España llamado «crowd funding», y se puede traducir como financiación de masas. Consiste en que a través de un portal se expone un proyecto artístico que se quiere realizar (un largometraje o un libro, por ejemplo) y a quienes les convence aportan algo de dinero. Si se alcanza el total del presupuesto en un tiempo estipulado, se lleva a cabo, y en caso contrario, no se desembolsa la cantidad comprometida. Conoceremos algunos de los que recurren a esta experiencia.
– SOPA DE LETRAS: La dislexia es un problema de aprendizaje que tiene, en la mayoría de las ocasiones, causas neurológicas congénitas y que afecta, según la Asociación Andaluza de Dislexia, a un porcentaje que oscila entre el 5 y el 10% de la población. No está considerada oficialmente como una discapacidad, por lo que resulta invisible a los ojos de los demás y de las instituciones. Los que la sufren encuentran desde pequeños serias dificultades para integrarse en un mundo que tiene su puerta de acceso en la lectura y la escritura. Los disléxicos no tienen un problema que se aprecie a simple vista, como sí sucede con los sordos o los invidentes, pero su trastorno va a condicionar su futuro, a veces de forma irreversible. Nos acercamos a las vidas de algunas personas disléxicas para conocer como afrontan el día a día.