– JUICIO A GARZÓN: Ha empezado el controvertido periplo judicial de
Baltasar Garzón como acusado por tres posibles delitos que podrían acabar
con su carrera en la magistratura. Esta semana ante el Tribunal Supremo
tenía que comparecer por prevaricación al haber permitido la grabación de
las conversaciones entre los detenidos y sus abogados defensores
relacionados con el caso Gürtel. La semana próxima, tendrá que acudir por
su actuación con respecto a los crímenes del franquismo. Y aún tendrá
pendiente el de la financiación por parte del Banco de Santander de uns
cursos en la Universidad de Nueva York, cuando el participó en una
investigación al presidente de la entidad Emilio Botín. Corrupción, memoria
histórica y negocios bancarios confluyen en actuaciones de un juez aclamado
por algunos y denostados por otros, pero cuyas actuaciones no pasan
desapercibidas. Desde el ámbito judicial, social y académico, una reflexión
sobre lo que rodea a estos casos.

– CASAS LEGALIZADAS: Hace apenas una semana, la Junta de Andalucía aprobó
un decreto para regularizar aquellas casas que se habían construido durante
los últimos años de forma ilegal en suelo no urbanizable. No podían ser
demolidas y se podían encontrar con dificultades para acceder a la luz y el
agua. Se calcula que hay en la Comunidad más de 300.000 viviendas en estas
condiciones, pero sólo unas 250.000 podrían ser legalizadas, pues el resto
se hayan en zonas protegidas o en cauces de río, donde no pueden estar.
Acudimos a conocer un caso concreto, una urbanización situada en Carmona
donde conoceremos cómo se produjo esta situación de ilegalidad, y cómo
contemplan ahora la posiblidad de adaptarse a la nueva normativa.

– EMPLEADAS DE HOGAR: Una de las novedades que ha traido este nuevo año ha
sido el cambio en la situación laboral de las 700.000 personas que se
calcula que trabajan como empleadas-os de hogar. A partir de ahora tienen
la misma consideración que cualquier trabajador-ra pues pasan a pertenecer
al régimen general de la Seguridad Social. Es una ventaja pues iguala las
condiciones con el resto de empleados, excepto, por ahora, en el cobro del
desempleo. Tienen que estar dados de alta, con contrato, y con derecho a
bajas, cobertura por accidente laboral, vacaciones, asegurar el salario
mínimo, pagas extras, indemnizaciones…. Y supone, además, que cualquiera
que los-las contrate tendrá que asumir unos costes sociales a los que no se
hacía frente cuando su jornada no era completa. ¿Qué implica esta nueva
normativa? ¿Cómo influye en las relaciones laborales? ¿En qué beneficia a
los-las que trabajan en este sector? Un repaso a las novedades que se
introducen.