– LIBIA: El año 2011 se presentó con una sorprendente ola reclamando cambios en el mundo árabe. Revueltas en diversos países trajeron la caída en enero del dictador de Túnez, en febrero del egipcio, y en Baréin, Yemen, Siria, Marruecos o Irán se reprodujeron las protestas. Cuando parecía que en marzo iba a llegar el turno de la renovación a Libia, donde Gadafi lleva 41 años en el poder, éste decidió reprimir salvajemente con el ejército las manifiestaciones, provocando como respuesta la sublevación en varias localidades. Ante la desigual situación, y tras varias reuniones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, se aprobó una resolución que impone un espacio de exclusión aérea, un bloqueo de armas y la protección a la población civil de las ciudades en manos rebeldes. Dado que Gadafi adoptó una postura desafiante, una coalición internacional, en la que participa España, ha comenzado a cumplir esta misión, recurriendo para ello a acciones bélicas. ¿En qué situación se encuentra ahora Libia?
– HIPOTECADOS: Hasta hace poco tiempo, el precio de una vivienda estaba muy por encima de su valor real, y a ello ayudaban los bajos tipos de interés. Se conseguían con cierta facilidad préstamos y no había problema, además, para incluir el dinero para los muebles y el cambio de coche. Pero con la crisis financiera internacional, la burbuja inmobiliara española estalló, golpeando de forma dramática a muchas economías domésticas. Cientos de miles de personas que tenían un préstamo hipotecario se han quedado en paro, o en una situación laboral más precaria. Aunque se producen historias diferentes, la secuencia de los hechos es similar. Apenas se acumulan las primeras cuotas impagadas, la deuda empieza a multiplicarse con los intereses de demora, y aumentan los problemas. Se infló el sistema financiero, con cierta connivencia por parte del Banco de España, y ahora, el rigor, está perjudicando a muchos hogares, que son la parte más débil de la cadena. La alternativa de la venta, no es viable, porque la vivienda vale ahora menos de lo que costó. Quizás por eso, las ejecuciones hipotecarias se han triplicado desde que se inició la crisis. El año pasado, 180.000 propietarios que no podían hacer frente a las deudas fueron llevados a los tribunales por las entidades bancarias. El tema llegó al Congreso donde el gobierno aceptó estudiar la propuesta de que el piso sirva como pago de la hipoteca.