– TRASPLANTE DE VIDA: Donar un órgano no es una decisión que se toma a la ligera, pero hay quienes lo hacen de una manera generosa. En Andalucía viven 600 pacientes gracias a los equipos de diálisis que de forma artificial hacen las funciones de un riñón. Esperan casi dos años hasta recibir el órgano de un donante fallecido. Al disminuir las víctimas en los accidentes de tráfico, también lo ha hecho el número de posibles donantes. El año pasado menos del 6% de los donantes de órganos procedían de fallecimientos por accidentes de tráfico. El donante tipo hoy en día es una persona de más de 60 años que fallece como consecuencia de una hemorragia cerebral. Eso hace que los órganos que se generan tengan más edad. Eso está conduciendo a que las cifras de donación en España se han estabilizado mientras que en las listas de espera hay cada vez más gente.Una alternativa es la donación de alguien vivo ya que provoca menos rechazo y da una tasa de superviviencia mayor. Pero de momento, esta opción sólo significa uno de cada diez trasplantes de riñón realizados en Andalucía. También se han efectuado algunos de estas características de hígado. Normalmente, son familiares los que se prestan a ceder sus órganos, pero se ha dado algun caso de personas ajenas.
– ARTISTAS ANDALUCES: Todos han nacido en los años 70. Todos se han formando en las facultades de Bellas Artes de Andalucía. Todos se han abierto camino como artistas en esta década. Todos venden sus obras en las mejores galerías nacionales, e incluso algunas del extranjero. Todos ellos cuentan con premios y reconocimientos y ahora sus obras llegan a ARCO, la feria de arte contemporáneo que se celebra esta semana. Pero aunque tienen todo eso en común, lo cierto es que trabajan sin una etiqueta que los identifique como un grupo o colectivo perteneciente a una generación. Apuestan, la mayoría, por la pintura en un mundo que adora la imagen en movimiento. En el reportaje conoceremos cómo son, y cómo trabajan, algunos de estos artistas que han eclosionado en tiempo de crisis, cuando el arte suele quedar relegado a un segundo plano. No son todos los que hay, pero sí que forman una representación importante.