– PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN: Esta semana que ha entrado en vigor el nuevo procedimiento sancionador de la Dirección General de Tráfico, Los Reporteros va a ir más allá de la mera infracción para fijarse en los comportamientos al volante, como reflejo de otros problemas sociales o personales. Muchos de los movimientos que ejecutamos en un automóvil los realizamos de una manera automatizada, y no somos conscientes de que estamos poniendo de manifiesto algunas conductas particulares. Pasar un semáforo que se acaba de cambiar o saltarnos un stop, aparte de una imprudencia y un riesgo, puede ser un ejemplo de autoafirmación. Agresividad, exhibicionismo, o incluso estrés se muestran al llevar un coche, aunque en el extremo opuesto, también hay quienes tienen un miedo patológico a conducir. Los cursos nos ayudar a ser conscientes de nuestras carencias, pero las señales de tráfico y las mejoras viarias, las aprovechamos no para ganar en seguridad, sino para ir más rápido.
– EL PESO DEL SILENCIO: En algunos países con fuerte presencia de la Iglesia Católica como Estados Unidos, Australia o Irlanda dada la proliferación de denuncias contra sacerdotes por abusos a menores, se han realizado informes que han demostrado, como conclusión que cuando los abusos se demostraban, la jerarquía eclesial intentaba tapar el escándalo antes que mantener una actitud intransigente ante el delito. De hecho, el propio Papa Benedicto XVI ha tenido que pedir perdón a las víctimas y reconocer que se cometía un delito. Sin embargo, es curioso que en España, han sido escasísimos los casos que han salido a la luz pública por este tipo de sucesos. Sólo hay un estudio sobre el tema que indica que casi un 5 % de los abusos a menores han sido cometidos por miembros de la Iglesia. Lo cierto es que dada la influencia que la institución tenía durante el franquismo, no sorprende que en aquella época los agredidos tuvieran miedo a denunciar lo que les ocurría, pero pasado el tiempo, casi nadie quiere reconocer que fue objeto de vejaciones por parte de quienes les tenían que educar. Han tenido que crecer guardando ese secreto, eludiendo pedir responsabilidades. Teólogos, catedráticos y afectados nos hablan de la polémica en torno al comportamiento de la jerarquía eclesial ante estas situaciones.