LA NUEVA VPO: A partir de este año en Andalucía habrá un nuevo modelo de VPO que cambia el sistema de adjudicación. Si hasta ahora se solía hacer por sorteo, pronto se empezará a llevar a través de un baremo que establecerán los ayuntamientos, y en el que asignarán un orden de preferencia en función de las circunstancias económicas, familiares y personales. El primer registro ya se ha puesto en marcha en Córdoba. El derecho a una vivienda digna y adecuada viene recogido en la Constitución y en el Estatuto de autonomía. Sin embargo, los elevados precios del mercado lo convertían en una posibilidad inalcanzable para muchos. El proyecto de ley para regularlo está en proceso de debate en el Parlamento Andaluz, y en él se contempla que los ciudadanos puedan exigir su cumplimiento a la Administración. Andalucía es la primera Comunidad que legisla para hacer realidad este derecho.
COMPRAR POR COMPRAR: La pasión por comprar se puede convertir en un problema para quien no puede controlarse. Se calcula que hay un 3 % de consumidores que sin saberlo padecen esta adicción. Hay quien en un sólo día se gasta todo el sueldo en adquirir productos que no necesita. Padecerlo es como estar sometido a una droga sin sustancia, aunque en realidad suele haber detrás otro tipo de problemas que se camuflan bajo esta evasión. No es un asunto intrascendente puesto que, además del gasto desmedido, provoca otro perjucios como la pérdida de trabajo o el deterioro de la convivencia. Para superarlo, es necesario contar con el apoyo familiar. No es fácil salir de esta situación, y para ello se necesita ayuda especializada. Los Reporteros ha participado en una de las pocas terapias sobre el tema que tienen lugar en España, en concreto la que lleva a cabo AMALAJER en Málaga, y, ha comprobado la dificultad que tiene dejar a un lado esta forma compulsiva de comprar.
OTRA CÁRCEL: Entramos en el centro penitenciario Jaén II para conocer un experimento puesto en práctica desde hace dos años, y que sólo se preactica en otra cárcel española. Consiste en que los internos pueden escoger entre los módulos normales o los especiales. Un tercio, unos doscientos ciencuenta, optaron por los conocidos como de respeto, más uno terapéutico (para los ingresados por casos de violencia). En ellos se trabaja para erradicar los estigmas carcelarios de la droga y la conflictividad, y sobre todo se trabaja en la reinserción posterior. Para acceder a ello, firman un compromiso a cumplir una serie de normas, como mantener diaramente las instalaciones en buenas condiciones, acudir a talleres, y participar en la fabricación de productos. La evidencia demuestra que se facilita la convivencia, ya que se impone el diálogo y la colaboración.