Archivo por días: 13 enero 2010

Programa del sábado 16 de enero de 2010

– TERREMOTO EN HAITI: La desolación llegó a uno de los países más pobres
del mundo, y más desfavorecido del continente americano. La noche del
pasado martes un terremoto de grado 7,3 en la escala de Richter sacudió
Haití, dejando un rastro de destrucción y muerte. Una tragedia más que se
abate sobre este país que forma parte de la isla La Española. La capital,
Puerto Príncipe se vio notablemente afectada, por su cercanía al epicentro,
y la endeblez de sus construcciones y la precariedad de sus servicios
públicos agigantaron la magnitud del desastre. Las ayudas son
imprescindibles para mitigar el impacto del seísmo, que ha derribado la
mitad de los edificios, entre ellos la sede de la ONU, el palacio
presidencial, y el hotel más lujoso de la ciudad. El balance será difícil
de hacer debido a las carencias del país, pero cualquier estimación que se
haga, lo sitúa como una auténtica catástrofe

– DESPARECIDOS: Todos recordamos conocidas desapariciones, como la de Marta
del Castillo, o antes Jeremy en Canarias o el niño pintor de Málaga. Son
algunos casos, pero cada año se tramitan casi 15.000 denuncias por
desaparición en España. Aunque la realidad es que la mayoría no son
alarmantes, pues obedecen a una decisión voluntaria, y por tanto, tarde o
temprano se ponen en contacto con su familia, o regresan a sus hogares.
Pero ha habido otras ocasiones, como las antes mencionadas, en que no ha
sido así, y esa ausencia se había debido a que han padecido un
acontecimiento trágico. Para conseguir una mejor información, y ayudar en
la investigación, las Fuerzas de Seguridad han establecido el programa
Fénix, por el que los familiares aceptan que se compare su ADN con el de
aquellas cadáveres que se localizan de los que no se tiene ninguna
identificación.

– CARBONEROS: Un oficio tradicional que está desapareciendo. Tras un
laborioso proceso de elaboración ancestral, que requiere paciencia, fuerza
y habilidad, consiguen carbón vegetal, a partir de troncos de madera,
algunos de los cuales puede pesar hasta 50 kilos. Conocemos en Cartaya
(Huelva) a una familia de últimos carboneros. Para sostenibilidad y
aprovechamiento, ellos recogen el material sobrante, que no se ha destinado
a muebles, y que previamente ha sido talado por trabajadores del
ayuntamiento o de medio ambiente. Luego preparan los boliches y de ahí
consiguen el producto final. De cada cuatro kilos de madera obtienen uno de
carbón. Antes era imprescindible, pero el gas y la electricidad lo han
convertido en una venta apenas viable económicamente. Hoy se emplea para
barbacoas y restaurantes, pero es un producto barato, del que apenas se
obtiene beneficio.