Ingredientes:

  • 6 mandarinas
  • 3 huevos
  • 150 g. de azúcar
  • 50 g. de maicena
  • 3 hojas de gelatina
  • 200 ml. de nata de montar
  • 250 g. de cobertura de chocolate y algunas nueces peladas

Para decorar:

  • Granillo tostado de almendras
  • 1 mandarina
  • Algunas frambuesas
  • Azúcar glasé y menta

Elaboración:

Disponemos las hojas de gelatina en remojo de agua fría. Exprimir 5 o 6 mandarinas. Colar el zumo obtenido para que quede libre de semillas y pulpa. Mezclar en una cacerola los huevos con el azúcar y la maicena. Una vez tengamos todo bien mezclado agregaremos 2 vasos de zumo de mandarinas. Mezclar y comenzar a cocinar a fuego medio-alto, hasta que hierva y adquiera textura; sin parar de mover durante todo el proceso. Retirar del fuego, apartar en un cuenco y mezclar las hojas de gelatinas que teníamos en remojo; escurriéndolas previamente apretándolas con las manos. Remover bien. Cubrir con plástico de cocina directamente sobre la crema, dejar que pierda temperatura y guardar al frío posteriormente. Montar la nata fría, en un recipiente frío, hasta que comience a formar los primeros “picos”. La crema de mandarinas, debe estar fría. Por eso la batiremos bien con la varilla de mano para hacerla más fluida antes de ir mezclando poco a poco la nata montada. Cubrir con plástico y guardar en el frío. Por otro lado, comenzaremos a derretir el chocolate al baño María. Engrasar levemente la encimara y extender láminas de acetato sobre esta; bien pegadas entre ellas. Extender el chocolate derretido sobre estas láminas. Dejaremos que atempere un poco y levantaremos una a una, las tiras de acetato bañadas en chocolate, cerrando y dándoles forma de lágrimas. Las cuales dispondremos sobre papel vegetal y guardaremos al frío. El chocolate sobrante podemos utilizarlo de forma opcional para hacer rápidos bombones. Solo tenemos que añadirle unas pocas de nueces peladas o cualquier fruto seco. Mezclar bien, disponer pequeñas porciones sobre papel vegetal y guardar al frío hasta que adquiera consistencia el chocolate. Retirar con cuidado el acetato y obtener así las lágrimas de chocolate. Colocarlas en el plato o fuente fríos y rellenar con la mouse de mandarina que hemos metido en una manga pastelera. Terminar de decorar con gajos de mandarina, algún fruto rojo y hojas de hierbabuena. Espolvorear al final con azúcar glasé.

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